El segundo día de clase ya se suponía nada más entrar que iba a ser diferente, pues empezamos ¡todos encima de la mesa! Esto fue una dinámica que se mantuvo toda la hora: cada quince minutos la profesora nos daba orden de hacer una cosa nueva (tumbarnos boca arriba, cambiarnos la silla...) cosa que nos ayudó a que la clase se hiciera más amena, aunque personalmente creo que esto solo se podría aplicar con nosotros, en un colegio los niños se volverían locos, sería un caos.
El tema de este día fue la importancia de la comunicación no verbal, y cómo prepararnos un discurso. Nos dio una serie de pautas para cuando tengamos que hablar en público, luego algunos de mis compañeros las pusieron en práctica. Estas pautas se pueden seguir y memorizar gracias al símil que realizó comparando las reglas con una casa. Es muy importante la presentación y la despedida. Por último hablamos de la dicción, cosa que yo no conocía y aprendí que tiene que ver con el tono, la intensidad, el volumen que utilizamos cuando hablamos para los demás.
Para resumir este día me quedo con la frase "no te dejes guiar por los comentarios que te lleguen de un niño".
No hay comentarios:
Publicar un comentario